Add parallel Print Page Options

No hay nadie como tú, SEÑOR, eres magnífico,
    y tu nombre es grande y poderoso.
¿Quién no te temerá, Rey de las naciones?
    Eres digno de ser temido.
Entre todos los sabios de las naciones
    y entre todos los reyes del mundo,
    no hay nadie como tú.

Todos ellos se han vuelto tontos e insensatos,
    pues sólo enseñan acerca de los ídolos inútiles hechos de madera.

Read full chapter